Estas primeras experiencias del gemelo sobreviviente marcarán su “guión de vida” aunque no tenga recuerdos conscientes de su hermano perdido. Voy a describir algunos de los aspectos más característicos:
Una consecuencia habitual es que el gemelo sobreviviente vive en una confusión. No tiene claro quien de los dos (o tres) es él: el vivo o el muerto. Por supuesto esto sucede en el profundo inconsciente. Puede ser que el gemelo vivo no quiera dejar a su hermano muerto solo, y le siga amando y acompañando en su alma. Existe el mito griego de los hermanos gemelos Hipnos y Thanatos, dioses del sueño y de la muerte, ambos hijos de la noche. También un proverbio alemán dice que el sueño es el hermano pequeño de la muerte. Una comprensión de este mito es que Thanatos se murió y que su hermano Hipnos se unió con el en sus sueños. De la misma forma el gemelo vivo sigue unido a su hermano muerto. Una vez adulto se siente algo distante de sus seres queridos, de su entorno y de la vida misma. Tiene un pie en la vida y el otro en la muerte.
Desde pequeño siente que alguien falta, lo que le hace sentirse acompañado por una soledad aunque esté arropado por su familia. Puede que tenga un amigo invisible, o una muñeca que es de suma importancia para él. Se retira de forma intermitente a un mundo propio al que los demás no tienen acceso. Esta sensación de soledad y de ser incompleto le acompañará también siendo adulto.
Puede que inicie una búsqueda de algo en su vida aunque no sepa lo que es. Esta búsqueda puede mostrarse de diferentes maneras: viajar por todo el mundo, estar inmerso en una búsqueda espiritual, querer encontrar la pareja ideal. Puede que uno sienta especial interés y atracción por gemelos. O que duplique ciertas posesiones comprando siempre un par de todo.
Muchos gemelos sobrevivientes se sienten culpables de todo, sin entender la causa. En su inconsciente ha quedado la idea de no haber podido salvar a su querido hermano, o incluso de haber causado su muerte. Es la culpa del sobreviviente. Algunos quieren morir, lo que se manifiesta desde una tendencia depresiva hasta la anorexia o el suicidio. Otros sienten una gran angustia con todo lo relacionado con la muerte. O por el contrario tienen una comprensión innata de ella.
En su vida laboral a menudo trabajan por dos (o tres), aunque esto no quiere decir que se permitan disfrutar del éxito que para muchos de ellos es más bien pasajero, como algo que se gana y se pierde. Un número significativo de los gemelos sobrevivientes trabaja en profesiones de ayuda, lo que tiene que ver tanto con su afán de salvar al otro, como con su capacidad empática, típica de un gemelo solitario.
Si el mellizo sobreviviente ha perdido a su melliza, desarrolla a menudo tanto el lado masculino como el lado femenino de su carácter, y lo mismo al revés. Esto incluso puede llegar al extremo de identificarse más con el sexo opuesto.
Un gemelo se relaciona de forma diferente que una persona sin par, y esto puede tomar dos formas. Una es que huya de toda relación intima porque le dé pánico. No se atreve a amar porque lleva en su interior un profundo temor de que su gemelo le arrastrará hacia la muerte. En consecuencia le cuesta abrirse y entregarse a cualquier relación amorosa más adelante en su vida. Siente que necesita una cierta distancia de seguridad aunque no entienda el porqué.
La otra es que busque relaciones cercanas y profundas, mientras que las superficiales no le interesen. Esto incluye a menudo la necesidad de mucho contacto corporal. De esta forma revive su primer modelo de relación. Una vez pasada la fase del enamoramiento es difícil para personas que no son gemelos soportar esta cercanía, porque necesitan más espacio propio donde poder sentirse a si mismos. Esta diferencia hace que muchas relaciones se rompan con el tiempo. Un gemelo solitario, por miedo a perder a su ser querido otra vez, se agarra a su pareja y teme la separación. Si por esta conducta su pareja se siente agobiada y se va, se repite una vez más su vivencia inicial de la perdida. Para él es una catástrofe que le hace sufrir muchísimo. Cualquier pérdida, hasta la muerte de una mascota, puede causarle un sufrimiento que le hunde durante un largo tiempo.
Sean cuales fueren las causas en un primer plano, a menudo tienen menos hijos que otras personas. Aunque a veces lo anhelen tanto que parece una cuestión de vida o muerte. Siendo padres pueden tener un vínculo especial con uno de sus hijos, con quien experimentan una cercanía y unión que refleja la relación que tuvieron con su gemelo. Le cuesta distinguirles emocionalmente. En algunos casos en lugar de tener hijos tienen una mascota que llevan muy de cerca, por ejemplo un pequeño perrito que siempre tienen en el regazo o sujetan en el brazo.