Acá debemos volver a decir que tomar al padre implica, igualmente que como con la madre, tomarlo como es, sin juzgar, porque cuando lo juzgamos perdemos la fuerza que viene él. Lo que hay que hacer es pararse en el aquí y ahora, desde el adulto y hacerse responsable de su propia vida.
Cuando una madre pone quejas del padre a su hija, hay un desorden porque la hija por defender a su madre, deja de ser hija y se siente en medio de ambos padres, se desubica y por lo tanto pierde la fuerza que le da a el saber que es la hija y no la esposa de ese padre.
Otro ejemplo clásico que se observa mucho es cuando un hijo ve en su padre a un hombre que golpea a su madre, un padre abusivo y por eso lo odia, lo juzga y en muchos de los casos lo desconoce como padre. Lo que debe hacer el hijo es asumir a sus padres como son, teniendo la consciencia que lo que toma de sus padres es la vida, no lo que ellos son o el tipo de relación que puedan tener y así puede lograr seguir hacía adelante, de lo contrario lo que puede suceder es que va a vivir con una carga de ira, rencor y resentimiento que termina es transfiriéndola o repitiéndola en su vida personal en todos los ámbitos en los que se desenvuelva y por supuesto va a estar permanentemente bajo de energía vital porque todo el tiempo se va a estar peleando con la vida que le tocó, lo que hace que pueda terminar enfermándose.
Cuando una persona toma la vida como es, cuando entiende y comprende que la vida es como es y honra la vida que vino a través de sus padres y que ellos son como son y agradece lo que le toca, entonces está dando gracias desde lo profundo, que es estar vivo y se permite estar al servicio de la vida, logrando con ello ser creativo e ir hacía la vida con la fuerza necesaria.
Elegir en el aquí y el ahora y de esta manera experimentar vivir diferente mis relaciones conmigo mismo, con los otros y hasta con mi propia historia, hace que me abra a la vida y desde el adulto que ya soy, honrar y aceptar lo que fue y lo que es, de esta manera puedo evolucionar, de lo contrario sigo estando en el niño que vive de juzagar, exigir y reprochar a sus padres y con ellos a la vida misma.
Es importante tener conciencia que todos tenemos obstáculos en la vida pero que de nosotros depende elegir algo diferente y con ello lograr abrirnos a la vida, esto solo lo puede desde el hijo adulto y no desde el hijo niño.